Nombre en francés : Yenapus |
Nombre en neerlandés : Meniscus |
No se puede imaginar una Vuelta a la Galia, digna de este nombre, sin una jornada de descanso en una ciudad etapa que permite a los agotados corredores recuperar las fuerzas para continuar con la proeza. Conscientes de esta necesidad, Astérix y Obélix se aprestan a hacer una parada en el curso de su largo periplo culinario . ¡Dejándose prender voluntariamente por los romanos! Cautivos a voluntad, prisioneros risueños tranquilamente alojados en un carro tirado por los caballos del Imperio, nuestros dos héroes llegan hasta Tolosa (Toulouse) sin tropiezos, ¡mientras que los legionarios romanos que los escoltan están agotados de marchar a pie! Una vez llegados a Tolosa, el centurión responsable de la «captura» corre inmediatamente a avisar a Telefonus, prefecto de la ciudad, prometiéndole una pequeña «sorpresa»: los rebeldes más buscados de toda Galia. He aquí, la ocasión propicia para Telefonus de hacer un poco de ejercicio (lo que para él significa desplazarse sobre una cómoda litera llevada por dos esclavos) con el fin de encontrarse con los detenidos. Sin embargo, para el prefecto, la sorpresa es muy distinta a la esperada, puesto que no hallará más que un montón de legionarios descalabrados por Astérix y Obélix, ¡que han reemprendido la ruta con las deliciosas salchichas de Tolosa dentro de su saco de vituallas!